Después de haber visto la entrada unas 8.000 veces, como los famosos “¿por qué?” de Mourinho, en la rueda de prensa, todos hemos sido conscientes de que no es tarjeta roja. Pepe no llegó a tocar a Alvés. La decisión arbitral fue decisiva para el mediocentro del Madrid. Uno menos, pero no era uno cualquiera, hablamos del, denominado por los medios de comunicación, “anti-mesi”. Este portugués ha sido el encargado de frenar a Messi en los dos derbis anteriores y, al parecer, con éxito. Pero, ayer, de nuevo, se volvió a salir del partido con una entrada como esta. El jugador del Madrid, aunque no toque a Dani Alvés, se ve claramente que no va a por el balón. No digo que sea una roja clara, digo que entradas como está no se deberían de permitir. Es un jugador brillante, que, en ocasiones, se sale del partido por jugadas tan tristes como estas. Por eso, no me parece justo que se diga que el barça sólo gana al Madrid con 10. Pero, hay que tener en cuenta todas las opciones. Estamos en un derbi, un encuentro de semifinales de la Champions, una final anticipada, en el que, a pesar de tener 5 árbitros sobre el campo, no se puede ver tantas veces como se quiera la acción para ver si merece o no merece roja. Comparar la jugada con la de Busquets, ya es salirse del tema e intentar buscar escusas a la derrota del Madrid en el Bernabeú. Por lo tanto, no creo que en esa acción llamase Villar al árbitro, para decirle saca una roja y desequilibra el partido, porque se trataba de un partido dominado por el Barcelona. ¿Es una injusticia? Sí, pero así es el fútbol, en un instante puede cambiar todo el partido.
Así se manípulan las fotos AS.com |
Lo que no se puede decir, es justificar una entrada como esa, porque no tiene justificación. Y ya lo que menos se puede decir, es que todas las tarjetas se sacaron por una influencia del Barça en la UEFA, con el “Villarato” o con lo que sea. Un claro ejemplo es el de Sergio Ramos. De nuevo Ramos, que sabía que si hacía una falta se perdía el partido de vuelta, no dudo en interferir el paso del jugador blaugrana y hacer una falta, totalmente, innecesaria. Había dos jugadores blancos a su lado, que podían haber parado al delantero del Barça. Sin embargo, tomó la opción más fácil y le impidió el paso. Nos podremos quejar de tarjetas, de un fútbol mal pitado, pero el Madrid jugando a lo que sabe, encerrarse atrás y salir al contragolpe, no pudo batir a un Barça acertado con Messi.